La dieta mediterránea más que cultura gastronómica, es un estilo de vida equilibrado. Está constituido por una gran variedad de recetas que se elaboran a base de productos locales. Pero la dieta mediterránea no sólo son recetas, sino muchas más cosas como: Maneras de cocinar, costumbres, tradiciones, formas de conservar y consumir los alimentos, productos típicos…
Está basada en ingredientes locales y de temporada propios de los países con clima mediterráneo, fundamentalmente España e Italia. En la dieta mediterránea se reduce la cantidad de carnes e hidratos de carbono en las comidas y se incita al consumo de grasas monoinsaturadas y vegetales.
Es un estilo de vida que se comparte alrededor de la mesa en familia, amigos o sociedad. Los grandes protagonistas son los productos de temporada y locales de estos países del mediterráneo.
Los alimentos que constituyen la dieta mediterránea son las verduras y las legumbres, el arroz, la pasta, abundantes condimentos y especias, las carnes blancas, frutos secos, el pescado, productos lácteos, huevos, y con moderación, el vino.
Además, la dieta mediterránea tiene como principal fuente de grasa el aceite de oliva virgen extra. El aove contiene alto contenido en al ácido oleico, grasas de origen vegetal, carotenos y vitamina E, por lo que disminuye el riesgo de obstrucciones en las arterias. Además la dieta mediterránea promueve el consumo de aceite de oliva virgen extra frente a otros tipos de aceite.
Cómo hemos dicho la grasa que proviene de las comidas es el aceite de oliva virgen extra, lo que hace que se caracterice por ser una dieta equilibrada y saludable además de ser:
- Baja en grasas saturadas y proteína animal
- Alta en grasas monoinsaturadas
- Rica tanto en antioxidantes como en fibras.
La dieta mediterránea para el organismo es una fuente de beneficios ya que se basa en el consumo de alimentos naturales y son muchos los beneficios que aporta a la salud este tipo de alimentación. Algunos de sus beneficios saludables son:
- Ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos por lo que evita la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Gracias a su bajo nivel de calorías en los alimentos y comidas hace más difícil que seamos obesos.
- Es una alimentación abundante en hidratos de carbono y mediante el aceite de oliva se consigue regular los niveles de glucosa. Gracias a esto se previene y se controla la diabetes.
- El consumo del aceite de oliva virgen extra previene el cáncer de colon y de mama.
- El vino es otro de los elementos característicos de la dieta mediterránea, su consumo es beneficioso para nuestra salud. Siempre con un consumo moderado y controlado, nos ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares.
Muchos estudios nutricionales efectuados en distintos países de la costa mediterránea afirman que la dieta mediterránea es una de las más saludables, completas, sanas y equilibradas que existen.
La idea de presentar la dieta mediterránea surgió en España, desde la Fundación Dieta Mediterránea y la Administración del Estado. Pero fue en 2003 cuando se presentó por España, Grecia, Marruecos e Italia.
Gracias a todo esto que hemos comentado la dieta mediterránea está hoy en día dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Fue reconocida por la UNESCO, en Nairobi, en el año 2013 como tal.
El comité defendió que “el acto de comer juntos es uno de los fundamentos de identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del mediterráneo. Es un momento de intercambio social y comunicación, y también de afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia, grupo o comunidad”
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